Apego evitativo y apego ansioso: estrategias para proteger la infancia

viernes 17 de marzo, 2023

Cuando nos referimos a la crianza, le llamamos apego a aquella conexión emocional que se establece con la figura principal de cuidado, por lo general, la madre, aunque es posible que este vínculo se forme con el padre, abuelos o cuidadores, e incluso con más de una persona.

El apego es una necesidad básica del ser humano desde el nacimiento y es un vínculo es esencial para el desarrollo psicológico y emocional del niño. En este artículo, exploraremos cómo identificar estos estilos de apego y cómo podemos, a través de ellos,  proteger la infancia.

 

Tipos de apego en la crianza

Según la teoría del apego desarrollada por John Bowlby y posteriormente ampliada por Mary Ainsworth, existen cuatro tipos de apego en la crianza:

1.- Apego seguro: Los niños con este tipo de apego se sienten seguros y protegidos cuando sus cuidadores están presentes y se sienten cómodos explorando su entorno. Los cuidadores son sensibles y responsivos a las necesidades del niño y establecen un vínculo afectivo seguro con él.

2.- Apego evitativo: Los niños con este tipo de apego no buscan el contacto con sus cuidadores y parecen no necesitarlos. Los cuidadores pueden ser emocionalmente distantes y no responder de manera efectiva a las necesidades emocionales del niño.

3.- Apego ambivalente o ansioso: Los niños con este tipo de apego se muestran ansiosos y preocupados por la separación de sus cuidadores, pero pueden mostrar resistencia al contacto con ellos cuando vuelven. Los cuidadores pueden ser inconsistentes en su respuesta a las necesidades del niño.

4.- Apego desorganizado o desorientado: Los niños con este tipo de apego pueden mostrar comportamientos contradictorios y desorganizados en relación con sus cuidadores. Los cuidadores pueden haber sido abusivos, negligentes o haber sufrido algún tipo de trastorno mental, lo que dificulta la construcción de un vínculo seguro y estable con el niño.

Es importante tener en cuenta que estos tipos de apego no son categorías rígidas e inmutables, sino que representan un continuo y que los niños pueden mostrar diferentes tipos de apego en diferentes situaciones.

Consecuencias del apego evitativo y el apego ansioso

El apego evitativo se refiere a la falta de interacción emocional entre la figura principal de cuidado y el niño. En estos casos, los padres o cuidadores no responden adecuadamente a las necesidades emocionales del niño. El niño puede sentirse ignorado o rechazado y, por lo tanto, aprende a suprimir sus necesidades emocionales. Esta falta de respuesta emocional por parte de los padres puede deberse a diversos factores, como la depresión, el estrés, la falta de habilidades parentales o la falta de conciencia emocional.

En este sentido, la psicóloga infantil Andrea Cardemil nos explica que los niños que desarrollan un apego evitativo pueden tener dificultades para establecer relaciones emocionales saludables en el futuro. Pueden tener problemas para confiar en los demás y pueden tener dificultades para expresar sus emociones. En la edad adulta, pueden presentar problemas de autoestima y pueden tener dificultades para establecer relaciones de pareja duraderas.

El apego ansioso, por su parte,  se refiere a la sobreprotección de la figura principal de cuidado hacia el niño. En estos casos, los padres o cuidadores pueden ser sobreprotectores y pueden responder a cada necesidad del niño de manera inmediata. Si bien esto puede parecer positivo, en realidad puede tener efectos negativos a largo plazo.

Los niños que desarrollan un apego ansioso pueden ser menos independientes y pueden tener dificultades para tomar decisiones por sí mismos. También pueden tener dificultades para desarrollar habilidades sociales adecuadas, ya que están acostumbrados a depender completamente de la figura principal de cuidado.

Cómo proteger la infancia:

Así mismo, Andrea Cardemil, quién ha enfocado su carrera a ayudar a padres y cuidadores a resolver los posibles problemas vinculares, nos explica que, la forma más efectiva de proteger a los niños de los efectos negativos del apego evitativo y ansioso es establecer relaciones emocionales saludables desde una edad temprana. Esto implica ser conscientes de las necesidades emocionales del niño y responder a ellas de manera adecuada. Los siguientes son algunos consejos para establecer relaciones emocionales saludables con los niños:

 

  • Establecer una rutina: La consistencia y la rutina son importantes para los niños. Esto les brinda una sensación de seguridad y les ayuda a establecer expectativas reales.
  • Mostrar afecto: Es importante que los niños se sientan amados y valorados. Mostrar afecto a través de gestos pequeños, como abrazos y besos, puede tener un impacto positivo en su desarrollo emocional.
  • Escuchar: Es importante escuchar las necesidades del niño y responder a ellas de manera adecuada. Esto les ayuda a desarrollar confianza y les enseña que sus necesidades son importantes.
  • Dar espacio: Es importante que los niños tengan la oportunidad de explorar y aprender por sí mismos. Darles espacio para tomar decisiones y aprender.

 

Es importante que recordemos que todos los padres se pueden ver sobrepasados en algún punto de su crianza. Los errores son algo normal dentro de cualquier proceso de desarrollo, lo realmente importante, es la capacidad de remediar los errores a través de la comunicación y la empatía.

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